Señor, yo no soy poeta,
Yo apenas soy un coplero,
Un coplero taciturno
Que escribe un verso certero;
Constructor de paz y amores
Que debe ser lo primero.
Llevo la rima en el alma
Y en el corazón entero;
Admiro las cosas bellas,
Como el fulgor de un lucero,
Como los campos floridos,
Como el cantar de un jilguero,
Los pajarillos del monte
O el balar de algún cordero;
Como las mudas vacadas
Que pastan en el potrero,
Como el eco prolongado
Del silbido del arriero.
Como el agua de los lagos,
Las cascadas y el estero;
Como los ríos y los mares
Donde boga el marinero.
No señor, no soy poeta,
yo apenas soy un coplero.
Voy caminando caminos
Con el andar de un romero
Y a cada paso que doy
Voy descubriendo un sendero
Y yo voy soñando sueños
Cual romántico hechicero.
Voy por el mundo sembrando
Las flores cual jardinero
Y voy cultivando amores
Como todo un caballero!!
No Señor, no soy poeta,
Yo apenas soy un coplero!
Medellín, año 2000.
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